Por un tiempo pensé dejar de hacer entradas, pero ahora creo que estaría bien deleitar a aquellos que comparten mi afición por la poesía, y no encuentro mejor forma de hacerlo que seguir con mi labor en este blog, que espero visiten más personas de las que ya lo hacen.
Debo decir para cuantos no lo sepan, que también me ha impulsado a dar este paso mi intención de compartir con todos los que visiten mi blog, un relato o carta de amor por el que he obtenido un reconocimiento que agradezco de corazón, y que es para mí cercana al género poético, donde se dan cita la pasión y el romanticismo de un amor que todos hemos sentido o deberíamos sentir en la vida, porque no hay nada más hermoso en esta vida que el regalo de amar y ser amados. Entiendo a nivel personal el amor como el sentimiento que hace que todo cobre sentido y todo lo inunda de un embriagador aroma de paz y alegría que nos hace experimentar la felicidad en su grado máximo.


Dulce primor:
Aún en mi mente conservo el imborrable recuerdo de aquellos jubilosos días de verano, cuando caminábamos juntos por los senderos, divisando el oleaje de los áureos trigales que, movidos por una suave brisa contemplábamos extasiados.
Todavía colecciono los pétalos de rosas que brotaban de tus labios, tus palabras, que resuenan en mi mente como una dulce melodía, en ese instante el latir de mi corazón se desboca cual corcel indomable.
No podría describir con palabras lo que mi corazón está gritando desesperadamente: te quiero, te quiero desde la primera vez que rapté tu mirada, y tu fragancia despertó sentidos en mí que creí dormidos.
Sigo respirando el aire embriagado de tus risas, de tus gestos, de tus caricias, que recorrían mi suave piel de melocotón, y mientras mis labios besaban tu rostro de porcelana tu mirada y la mía se hacían cómplices.
En la soledad de la noche puedo sentir el deseo imaginando que mi mirada lasciva recorre tu cuerpo, despojándolo de su ropaje que impide ver la belleza de tu desnudez, y siento la llama ardiente de la pasión, cuyo fuego solo puede sofocar tu amor.
Sueño cada día con poder regalarte la luna, cubrirte de estrellas y llevarte al séptimo cielo para darle sentido a mi vida que se hace amarga sin ti.
Cuando cae el sol miro al horizonte, pronuncio tu nombre, y por un instante veo, como víctima de un espejismo, cómo paseamos nuestro amor cogidos de la mano.
No hace falta decir lo que tú ya sabes, que bebo los vientos por ti, y que tú eres la persona que mi corazón ha robado.
El tiempo pasa volando sin que cuenta nos hayamos dado, corre veloz amor mío que yo, te seguiré esperando.

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